Cuando,
por primera vez en mi vida, puse los pies en la sala, permanecí
algún tiempo dudando antes de jugar. Además, la gente paralizaba
mis movimientos. Pero aunque hubiese estado solo, habría ocurrido
exactamente lo mismo. Creo que, en vez de jugar, quizá me habría
salido enseguida. Lo confieso: el corazón me latía con violencia y
no estaba tranquilo. Desde hacía tiempo estaba persuadido de que no
saldría de Ruletemburgo sin una aventura, sin que algo radical y
definitivo se mezclase fatalmente a mi destino. Así debe ser y así
será.
Por
ridícula que pueda parecer esa confianza en la ruleta, me parece
todavía mucho más risible la opinión vulgar que estima absurdo el
esperar algo del juego. ¿Es que es peor el juego que cualquier otro
medio de procurarse dinero, el comercio, por ejemplo? Verdad es que
de cien individuos uno solamente gana, pero... ¿qué importa eso?
En
todo caso estaba decidido a observar primero y no acometer nada de
importancia aquella noche. El resultado de esa primera sesión no
podía ser más que fortuito e insignificante. Tal era mi convicción
en aquellos momentos.
Pregunta 3. Exponga el tema del fragmento y relaciónelo con el resto de El Jugador.
Este
fragmento, perteneciente a la obra El Jugador de F.
Dostoievski, trata sobre el recuerdo por parte del protagonista, un
ludópata en rehabilitación, de la indecisión, la curiosidad y la
excitación al inicio de su primera visita a un casino. La ludopatía
constituye el eje argumental más importante, aunque no único, de la
novela. La adicción al juego aparece en esta obra en estrecha
relación con el valor extremo que se le presta al dinero dentro de
la mentalidad burguesa. De hecho, la mayoría de los personajes se
comportan movidos por la codicia en alguna ocasión o con frecuencia.
Al mismo tiempo, la superficialidad burguesa se plasma también en la
familia para la que trabaja el protagonista y en la mayor parte de
los personajes secundarios, que intentan aparentar una posición
económica por encima de sus posibilidades a pesar de dirigirse a la
ruina. En la descripción del ambiente social que se logra en esta
novela, se comprueba cómo la gente es valorada más por lo que tiene
o por lo que simula tener que por sus cualidades humanas. También
aparece aquí la idea del azar como determinante del destino más
allá de las decisiones de la persona (“El resultado … no podía
ser más que fortuito e insignificante”). De manera implícita,
está presente la figura de la mujer como diablo, ya que el
protagonista está a punto de comenzar a caer en la adicción al
juego a raíz de que Polina, su amada que no le corresponde, le pida
que juegue por ella en la ruleta.
Dentro
de la línea argumental con mayor peso dentro de la obra, la de la
ludopatía que va a desarrollar Alexei, nos encontramos en el final
del planteamiento, ya que se nos están presentando los prolegómenos
del problema en cuestión. Antes de esta escena, se ha realizado una
presentación minuciosa tanto de los personajes como del lugar donde
se encuentran, sobre todo del contexto social de la ciudad-casino
donde se desarrolla la historia. La primera visita al casino de
Alexei dará pie a que el protagonista caiga víctima de la ludopatía
hasta el punto de casi arruinar su vida tanto en lo económico como
en lo personal.
El
ansia por el dinero y el éxito social refleja los valores de la
sociedad capitalista que se había ido construyendo en Europa durante
los últimos siglos y que alcanza su momento álgido en el siglo XIX.
En este fragmento se plasma la profudidad piscológica con que Dostoyevski caracteriza a sus personajes y la sociedad donde transcurren las historias de sus novelas. Al igual que aquí se retrata la ludopatía en el personaje de Alexei, en las demás novelas de Dostoyevski también está presente el realismo psicológico, como el asesinato y la redención en Crimen y Castigo, el amor en Noches blancas, la degradación moral y familiar en El Idiota, o el escepticismo religioso en Los hermanos Karamazov.
En este fragmento se plasma la profudidad piscológica con que Dostoyevski caracteriza a sus personajes y la sociedad donde transcurren las historias de sus novelas. Al igual que aquí se retrata la ludopatía en el personaje de Alexei, en las demás novelas de Dostoyevski también está presente el realismo psicológico, como el asesinato y la redención en Crimen y Castigo, el amor en Noches blancas, la degradación moral y familiar en El Idiota, o el escepticismo religioso en Los hermanos Karamazov.
Pregunta
4. Analice las características formales del fragmento: su técnica
narrativa y los recursos expresivos empelados.
Se
trata de un fragmento eminentemente narrativo que pertenece a una
novela. El narrador de la historia es el protagonista de la misma. En
este caso, nos está contando un suceso que le aconteció a él
mismo, aunque en otras ocasiones ejerce como testigo o cronista.
El
narrador-protagonista queda caracterizado como alguien proclive a
volverse adicto al juego (“el corazón me latía con fuerza”),
reflexivo, con poca fuerza de voluntad, fatalista (“Así debe ser y
así será”). La caracterización de Alexei, como sucede también
en el resto de la novela con los demás personajes, se realiza a
través de sus acciones y palabras más que mediante descripciones
explícitas, lo que dota de mayor verosimilitud a los retratos.
Indirectamente, se nos está ofreciendo una breve pintura social de
la sociedad burguesa obsesionada por la riqueza, en este caso a
través del símbolo de los juegos de azar en los que los jugadores
pueden enriquecerse.
Estas
líneas se dividen en tres apartados claramente delimitados. En el
primer párrafo predomina la narración y los verbos están en
pretérito perfecto simple con algún imperfecto con el que se añaden
notas descriptivas. El segundo párrafo, en cambio, está dominado
por el presente de indicativo, ya que se centra en las reflexiones
que Alexei realiza sobre los sucesos que narra mucho tiempo después
de que éstos hayan acontecido. El tercer párrafo, donde se usa
sobre todo el imperfecto, supone una descripción de las sensaciones
que recuerda haber pasado en el momento que está recordando.
El
estilo es bastante sobrio en lo retórico, lo que contribuye a dar
realismo al discurso y al narrador-protagonista. No obstante, aparece
algún recurso retórico como las interrogaciones retóricas del
segundo párrafo. La ruleta simboliza el destino humano, incierto
porque está gobernado por un azar fuera del control de las personas
(“confianza en la ruleta”). También se utiliza el latir
acelerado del corazón como metonimia del ánimo exaltado del
protagonista.
En
cuanto al espacio, sabemos que se encuentra en un casino de una
ciudad imaginaria cuya economía está basada en el turismo de juegos
de azar. Este lugar actúa como símbolo de la codicia,
superficialidad e hipocresía burguesa.
Los
recursos y tećnicas narrativas que acabamos de comentar ayudan a que
nos introduzcamos en la mente del protagonista y empaticemos con él
de una manera más espontánea que si la historia se presentase a
través del típico narrador ominisciente del Realismo.
5.
Exprese su valoración personal del texto y comente la obra.
Como
acabamos de comentar, El Jugador presenta las características
principales de la novela realista aunque matizadas por estar narrada
la historia por su propio protagonista en lugar de por un narrador
omnisciente como es habitual en dicho movimiento. Las situaciones que
se desarrollan en la novela podrían perfectamente suceder en la
realidad de la sociedad burguesa del siglo XIX y la caracterización
de los personajes, sobre todo del protagonista, los retratan como
personas normales con las que los lectores pueden identificarse
fácilmente. Otra de las cualidades de esta obra es que no se limita
a contar los sucesos fundamentales de la trama, sino que también se
lleva a cabo una ambientación bastante minuciosa del contexto
sociocultural donde se desarrolla. Esto consigue acercar al lector a
la historia, aunque en ocasiones el discurso se desvía del hilo de
la trama principal. En este fragmento Alexei, narrador y
protagonista, rememora sus pensamientos y emociones durante su
primera incursión en un casino. En el Jugador, predomina el retrato
psicológico sobre las descripciones físicas (lugares, ropa,
objetos). En este texto en concreto, vemos cómo se pone el énfasis
en los emociones del protagonista en un momento clave de su historia.
El
modelo de novela realista que encarna el Jugador tuvo tal éxito que
sigue vigente en la actualidad, donde gran parte de las novelas que
se publican siguen los esquemas fijados en el siglo XIX. De hecho,
los rasgos estilísticos de esta obra siguen utilizándose en buena
parte de la narrativa de hoy en día: personajes no idealizados,
diálogos con un vocabulario no demasiado culto, recreación del
ambiente social, caracterización psicológica minuciosa, alternancia
entre el estilo directo, el indirecto y el estilo indirecto libre.
En
la actualidad, podemos observar cómo temas que se abordan en este
libro continúan sucediendo de manera muy similar. La ludopatía se
ha extendido por todas las clases sociales a través de la
diversificación de los juegos de azar para abarcar también a las
clases menos adineradas a través de, por ejemplo, las apuestas por
Internet o las máquinas tragaperras. Al contrario que en siglo XIX,
hoy somos conscientes de que se trata de una enfermedad que puede ser
tratada médicamente. Sin embargo, con frecuencia el ludópata no es
visto como un enfermo a quien hay que ayudar sino que se lo desprecia
tachándolo de carecer de valores y voluntad propia. El tema de la
ludopatía parte de un valor esencial en la sociedad capitalista y
que aparece a lo largo de toda la novela: la codicia y el prestigio
social que otorga el dinero. Esta situación ha mejorado, pero sólo
parcialmente. Por un lado, los jóvenes de familias humildes afrontan
menos dificultades que hace un siglo para estudiar, conseguir un
trabajo y desarrollar una carrera laboral prestigiosa. Pero, por el
contrario, el ser rico o disfrutar de desahogo económico continúa
otorgando prestancia social a una persona. Esta mentalidad dominada
por el dinero se refleja también en el clasismo con que actúan gran
parte de los personajes de El Jugador, situación que se repite en la
actualidad aunque sin tanta rigidez para progresar en la escala
social.
La
influencia de Dostoievski se plasma numerosos autores desde el siglo
XIX hasta la actualidad. En idioma español, podemos destacar a
Ernesto Sábato o Unamuno como escritores en los que la huella de
Dostoievski es especialmente notable. Varios directores han adaptado
la novela al cine, entre ellos Claude Autant-Lara y León Klimovsky.
Para concluir, querría poner de relieve que la modernidad de El
Jugador se refleja en el hecho de que varias de las versiones
cinematográficas de la obra sitúan la acción en el mundo actual
sin necesidad de grandes cambios respecto a la historia original.