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Comentario
sobre un fragmento de El Talento de Mr. Ripley.
Una
tarde, a primera hora, escribió una carta llena de cortesía a su
tía Dottie:
Querida
tiíta (raramente
la llamaba así al escribirle, y mucho menos cara a cara):
Como
verás por el membrete del papel, estoy en alta mar. Se trata de una
inesperada oportunidad de negocios de la que no puedo hablarte ahora.
Tuve que partir un tanto precipitadamente, así que no me fue posible
ir a Boston para despedirme, y lo siento porque puede que transcurran
meses, incluso años, antes de que regrese.
Sólo
quería tranquilizarte y pedirte que no me mandes más cheques. Te
agradezco mucho el último que me mandaste, hace uno o dos meses.
Supongo que desde entonces no habrás mandado ningún otro. Estoy
bien y muy feliz. Besos,
Tom.
De
nada servía desearle buena salud, pues la tía Dottie era fuerte
como un buey. Escribió una posdata:
P.D.
No tengo la menor idea de cuál va a ser mi
dirección,
de modo que no puedo darte ninguna.
Aquello
le hizo sentirse mejor, ya que le desligaba completamente de ella. Ni
siquiera era necesario decirle dónde estaba. Se habían acabado las
cartas llenas de mal disimulados reproches, las taimadas
comparaciones con su padre, los insignificantes cheques por importes
tan extravagantes como seis dólares con cuarenta y ocho centavos, o
doce dólares con noventa y cinco, como si fueran el cambio sobrante
tras pagar sus facturas mensuales, o como si hubiese devuelto algo a
la tienda, arrojándole luego el importe, igual que si arrojase unas
migajas a un perro vagabundo.
3. Exponga
el tema del fragmento y relaciónelo con el resto de El talento de
Mr. Ripley.
En
este fragmento, se nos muestra la satisfacción de Tom, un joven
estadounidense, al escribir a su tía, que es el único familiar con
que cuenta, para cortar la relación con ella. De esta actitud de
ingratitud por parte de Tom, se extrae la idea central de este texto,
que podríamos redactar como la personalidad extremadamente
ambiciosa, poco empática e incluso con rasgos psicópatas del
protagonista.
En
estas líneas, Tom está embarcado en un barco que lo lleva de
Estados Unidos a Italia. El objetivo de su viaje consiste en buscar
al hijo de un millonario y convencerlo de que regrese a casa junto a
su madre, gravemente enferma. Tom ha aceptado esta misión por
encargo del adinerado padre del joven con quien ha de contactar, a
cambio de una compensación económica. En los párrafos que estamos
analizando, Tom escribe una carta a su tía con la que corta la
comunicación con ella.
De
la ingratitud de Tom, derivan otras características de su
personalidad que recorren toda la obra y que están presentes en
estas líneas de manera más o menos explícita. Por un lado, el
carácter codicioso de Tom se muestra en el desprecio que siente por
el escaso importe de los cheques que le ha estado enviando su tía
(“los insignificantes cheques”). De manera implícita, el amor de
Tom por el dinero y por ascender en la escala social, se plasma en el
hecho de haber aceptado el encargo de un millonario, gracias a lo
cual espera ganar bastante dinero. Tom, más que ser simplemente
alguien codicioso, busca más bien el prestigio social que otorga la
riqueza. En el texto que estamos analizando, Tom da muestras de su
caraćter orgulloso a través de comparar el trato recibido por su tía
con el que se le daría a un perro (“igual que arrojase unas
migajas a un perro vagabundo”). De todo lo anterior, se concluye
que Tom es un chico que apenas empatiza con los demás. Es decir,
busca su propio provecho sin importarle el bien ajeno. En este caso,
Tom muestra un desapego, incluso cierto resentimiento, hacia su tía,
por mucho que ella fuese la persona que lo crio después de la
desaparición de sus padres. La falta de sinceridad en la carta que
le envía (“Te agradezco mucho el último -cheque-) es un indicio
de la mente fría y calculadora que Tom exhibe a lo largo de la
historia. En la ausencia de cariño hacia su tía subyace uno de los
asuntos que recorren todo el libro sin que nunca sepamos con detalle
toda la información. Nos referimos a las posibles carencias
afectivas en la infancia de Tom. A lo largo de la trama, se nos dan
pinceladas sobre los posibles traumas infantiles del protagonista, lo
que hace sospechar al lector de que una niñez con experiencias
negativas puede haber forjado, ya de adulto, un carácter
prácticamente psicópata en Tom.
Este
fragmento se sitúa después de unas capítulos iniciales donde hemos
observado a Tom en su vida cotidiana. Se ha tratado básicamente de
un retrato del protagonista mediante las actitudes que tiene con la
gente con quien se relaciona. Al mismo tiempo, se nos ha presentado
una situación que desencadena el planteamiento de la trama: el
encargo por parte de un millonario para que Tom viaje a Italia en
busca de su hijo. Por lo tanto, estamos aquí en la transición entre
el planteamiento y el desenlace.
De
todos los temas que hemos citado, surge para el lector un marcado
suspense. Este suspense se genera de varias maneras que analizaremos
en la pregunta siguiente.
4. Analice
las características formales del fragmento: su técnica narrativa y
los recursos expresivos empleados.
Como
acabamos de mencionar, el suspense constituye un elemento central en
la trama de esta novela. Los géneros de novela que más se ajustan a
las características de El talento de Mr. Ripley son el policiaco y,
sobre todo, la denominada como novela negra, tal como se ha abordado
en la segunda pregunta.
Los
principales elementos que contribuyen a suscitar suspense son:
- Situaciones cuyo éxito resulta incierto, en este caso Tom se ha embarcado hacia Italia para encontrar el hijo de un millonario.
- La caracterización de Tom como alguien frío, calculador y con actitudes depredadoras con los demás, intensifica la incertidumbre hacia los resultados que sus acciones puedan producir. En estas líneas, la ingratitud e incluso la ironía y el sarcasmo con que se dirige a su tía (“tiíta”, “Sólo quería tranquilizarte”). Las falsedades cometidas por Tom, aumentan la inquietud del lector ante lo que esté tramando el protagonista (“no me fue posible ir a Boston para despedirme”)
- Información fragmentaria e incompleta sobre la precaria infancia del protagonista, sobre todo dado que las carencias durante la niñez de Tom podrían haber causado traumas que desencadenen, ya en la edad adulta, su falta de empatía y sus comportamientos psicópatas. Aquí hay referencias al pasado de Tom que suponen una pincelada pero que no aclaran por completo el misterio sobre su niñez y primera juventud (“las taimadas comparaciones con su padre”).
Como
en toda la novela, se alterna el discurso del narrador, en los
párrafos uno y dos, con la voz de un personaje, en este caso el
protagonista. Tom se expresa aquí en estilo directo a través de una
carta dirigida a su tía. Esta carta resulta muy significativa para
dar a entender la falta de afecto a los demás que caracteriza a Tom.
El suspense se intensifica con el hecho de que a Tom no le duela
perder a la persona que en principio más cariño le ha dado.
El
último párrafo está construido en estilo indirecto libre, es
decir, sin que medie ningún verbo de pensamiento, el narrador nos
transmite las ideas que tienen lugar en la mente del protagonista. De
este modo, se nos caracteriza a Tom sin que lo describa directamente
el narrador ni ningún personaje, con lo cual el lector está en
disposición de sacar sus propias consecuencias sobre las
inquietantes actitudes del protagonista.
Esta
escena transcurre en un barco. Al igual que en todo el libro, la
acción se ambienta en lugares realistas que no transmiten ningún
valor simbólico. En cuanto a la estructura temporal del relato, es
casi totalmente lineal. Tan sólo se producen ligeras elipsis entre
capítulo y capítulo. Más destacable resulta el recurso a
retrospecciones (menciones a hechos pasados) cortas sobre la infancia
del protagonista que, cuyo efecto sobre el suspense de la trama ya se
ha comentado.
En
lo referente al estilo lingüístico, este fragmento, y toda la obra,
resultan asequibles a prácticamente cualquier tipo de lector. Las
oraciones con mayor elaboración sintáctica son las que expresan los
pensamientos y emociones del protagonista (el último párrafo). La
carta contrasta ligeramente con una mayor sencillez en su vocabulario
y en la complejidad de sus oraciones.
Exprese
su valoración personal del texto y relaciónelo con otras
manifestaciones artísticas y temas de actualidad.
-
Estilo asequible a la mayoría de los lectores, pero sin ser simple.
-
Atractivo de la maldad de Tom: riqueza psicológica del personaje,
misterio que se crea en torno a él (ambigüedad en cuanto su
orientación sexual, posibles traumas infantiles).
-
Final.
-
Continuaciones.
-
Adaptaciones cinematográficas (de la primera historia y de sus
secuelas): fenómeno de las secuelas y el mercantilismo del mercado
cultural.
- Codicia, infravaloración del esfuerzo para progresar en la vida, vagueza, falta de respeto a las normas de la sociedad, prestigio social del dinero.
- Exprese su valoración personal del texto y relaciónelo con otras manifestaciones artísticas y temas de actualidad.
Con
el estilo de este fragmento, asequible para la mayoría de lectores
pero sugerente gracias a recursos como la sutileza con que se
caracteriza al protagonista indirectamente (la comparación con el
trato que recibiría un perro, el sarcasmo en la carta que escribe
Tom) Patricia Highsmith consigue superar las limitaciones de la
novela negra, a veces demasiado rígida y repetitiva, dotando al
Talento de Mr. Ripley de una riqueza psicológica casi sin parangón
en las novelas de suspense. Como hemos visto en la pregunta anterior,
la combinación de modalidades textuales como el estilo indirecto
libre y textos en estilo directo como la carta, con un narrador que
intenta mantenerse neutral, intensifican el carácter siniestro de
Tom Ripley. También destacaría el misterio en que se mantiene el
pasado del personaje. A este respecto, resalta lo que algunos autores
han denominado “técnica del iceberg”. En concreto, esta manera
de narrar de manera fragmentaria unos hechos, lo cual crea suspense y
misterio, se aplica a la infancia del protagonista. En este
fragmento, se nos sugiere que la niñez de Tom fue traumática, pero
no se nos dan detalles al respecto, al igual que sucede durante toda
la novela.
Esta
novela tuvo un notable éxito, lo que dio pie a una saga de
continuaciones con el mismo protagonista. Todas la historias
protagoizadas por Tom Ripley han sido adaptadas al cine o a la
televisión. La primera novela, a la que pertenece el texto que
estamos comentando, ha sido llevada a la gran pantalla en dos
ocasiones. Tanto en la versión de 1960 como en la del 97, la trama
se resume pero se inteanta conservar el acierto más característico
de esta novela, es decir, el carácter inquietante de su
protagonista. La BBC, en los años 60/70, realizó telefilmes con las
demás novelas de la saga de Ripley.
En
cuanto a la relación de esta obra con el mundo actual, resalta la
idea de que los posibles traumas infantiles de Tom hayan podido
condicionar la personalidad fría y perversa que desarrolla de
adulto. La influencia del psicoanálisis de principios del siglo XX
se deja sentir a este respecto.
Por
otro lado, aunque nunca de una manera explícita, se dejan caer
ciertas críticas contra algunos comportamientos sociales. Por
ejemplo, el debilitamiento de los lazos familiares y el respeto a los
mayores se muestra en la falta de agradecimiento y cariño de Tom
hacia su tía. También se aprecia una crítica al hedonismo holgazán
de Tom, que prefiere embarcarse hacia Europa para intentar parasitar
a un millonario, en lugar de dedicar su inteligencia a un trabajo
convencional. La codicia, el amor hacia el dinero, y también las
ansias de prestigio social, se derivan de la idea anterior.
Tom
representa un caso extremo de defectos de nuestra sociedad como la
popularidad fugaz y efímera otorgan programas de televisiń como los
reality-shows, donde apenas importa el talento ni el esfuerzo
personal. La codicia, y la falta de empatía hacia la sociedad,
propician los casos de corrupción política y empresarial tan
frecuentes en los últimos años.
Para
concluir, se puede señalar que en esta novela se demuestra el
talento de P. Highsmith para aunar tramas con una intriga muy marcada
y retratos psicológicos muy ricos en sus personajes, tal como se
demuestra en el acierto con que sus historias han sido llevadas al
cine por directores del nivel de A. Hitchcok.